El primer gol de Ronaldinho en la Serie A italiana fue el primer encuentro del derby milanés, un golazo de cabeza, que a la postre fue el único gol de aquel partido. El Gaucho celebró como si se tratara de la Final de un Mundial.
Pocos meses antes había acabado su período en el Barcelona, equipo con el cual jugó sus mejores tres años de profesionalismo, en los cuales se encumbró sin discusión como el mejor jugador del mundo. Otros dos años arrojaron sombras y dudas sobre si podría seguir en el lo más alto del podio futbolístico. Ambas parte –jugador y club- buscaron una salida, que no fue más que ir al Milán, el Milán que ha ganado Copas de Europa más que ningún otro equipo en los últimos 30 años. Para la foto Ronaldinho aparecía feliz entre el presidente del Barcelona, Joan Laporta, y Adriano Galliani, la cabeza visible del Milán, siempre secundado por el actual Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Pero aunque el brillo del otrora mejor jugador del mundo se ha dejado colar de cuando en cuando, especialmente con alguna brillante asistencia, el jugador de Porto Alegre está a años luz de ser el hombre decisivo en la cancha que tantas y tantas noches en liga y en competiciones europeas millones vimos disfrutar por los televisores de medio mundo.
En las últimas semanas ha visto poca acción, seguramente sentenciado por las públicas palabras de su entrenador, Carlo Ancelotti, quien ha dicho que Ronaldinho debe entrenar más, hacer más trabajo físico y apelar menos al talento natural que tenga. En los dos últimos años en el Barcelona sus principales críticos apelaron a la pasión por la noche y la juerga del jugador para destacar lo que consideraban poca profesionalidad y desmedro de su condición física. En alguna ocasión apareció una foto del Gaucho con el torso desnudo, algo ancho y grasoso en relación a una foto de un año antes, en la cual se torso parecía el de un Batman o un Superman. Incluso en sus primeras semanas ya iniciado el campeonato italiano se filtró la información de alguna juerga en algún club de moda en Milano a altas horas de la noche, pocos días antes de algún partido.
Y hace apenas dos semanas Ronaldinho reconocía que no era feliz en el Milán y que podría cambiar de club al finalizar la temporada, previamente a una reunión con la directiva del equipo lombardo.
Entre las opciones que la prensa ha especulado se encuentra el Manchester City, el mismo equipo que ofreció más de 100 millones de dólares por su colega y compatriota Kaká, y donde podría reunirse con Robinho, quien también tiene un pasado de juergas y francachelas nocturnas, pero con un talento de sobra al igual que el ex número 10 del Barcelona. En España se ha especulado con la posibilidad de que recale en el Real Madrid de volver Florentino Pérez a la presidencia del club blanco, incluso su representante y hermano, Roberto de Assis ha dicho que estarían encantados de volver a una ciudad que es especial para ellos… ¡a Barcelona!
Pocos meses antes había acabado su período en el Barcelona, equipo con el cual jugó sus mejores tres años de profesionalismo, en los cuales se encumbró sin discusión como el mejor jugador del mundo. Otros dos años arrojaron sombras y dudas sobre si podría seguir en el lo más alto del podio futbolístico. Ambas parte –jugador y club- buscaron una salida, que no fue más que ir al Milán, el Milán que ha ganado Copas de Europa más que ningún otro equipo en los últimos 30 años. Para la foto Ronaldinho aparecía feliz entre el presidente del Barcelona, Joan Laporta, y Adriano Galliani, la cabeza visible del Milán, siempre secundado por el actual Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Pero aunque el brillo del otrora mejor jugador del mundo se ha dejado colar de cuando en cuando, especialmente con alguna brillante asistencia, el jugador de Porto Alegre está a años luz de ser el hombre decisivo en la cancha que tantas y tantas noches en liga y en competiciones europeas millones vimos disfrutar por los televisores de medio mundo.
En las últimas semanas ha visto poca acción, seguramente sentenciado por las públicas palabras de su entrenador, Carlo Ancelotti, quien ha dicho que Ronaldinho debe entrenar más, hacer más trabajo físico y apelar menos al talento natural que tenga. En los dos últimos años en el Barcelona sus principales críticos apelaron a la pasión por la noche y la juerga del jugador para destacar lo que consideraban poca profesionalidad y desmedro de su condición física. En alguna ocasión apareció una foto del Gaucho con el torso desnudo, algo ancho y grasoso en relación a una foto de un año antes, en la cual se torso parecía el de un Batman o un Superman. Incluso en sus primeras semanas ya iniciado el campeonato italiano se filtró la información de alguna juerga en algún club de moda en Milano a altas horas de la noche, pocos días antes de algún partido.
Y hace apenas dos semanas Ronaldinho reconocía que no era feliz en el Milán y que podría cambiar de club al finalizar la temporada, previamente a una reunión con la directiva del equipo lombardo.
Entre las opciones que la prensa ha especulado se encuentra el Manchester City, el mismo equipo que ofreció más de 100 millones de dólares por su colega y compatriota Kaká, y donde podría reunirse con Robinho, quien también tiene un pasado de juergas y francachelas nocturnas, pero con un talento de sobra al igual que el ex número 10 del Barcelona. En España se ha especulado con la posibilidad de que recale en el Real Madrid de volver Florentino Pérez a la presidencia del club blanco, incluso su representante y hermano, Roberto de Assis ha dicho que estarían encantados de volver a una ciudad que es especial para ellos… ¡a Barcelona!
Seamos francos y agradecidos. Ronaldinho dio mucho al Barça, pero también el club le dio mucho a él. Fue un escaparate excelente para su talento, medio perdido en un club de poco prestigio en Francia (el Paris Saint German) antes de llegar a Cataluña, España. Además, el Barcelona actual discute con otras formaciones pasadas si es el mejor de toda su historia, con un Messi en franca ascensión al estrellato que cuatro años atrás era patrimonio de Ronaldinho en las mismas filas que milita actualmente el argentino.
¿Qué rol cumpliría el Gaucho en el Barça actual? ¿Suplente de lujo? Porque, a quien sentaría para poder ser titular: ¿A Messi? Imposible. ¿A Eto’o y sus muchos goles, a Henry que parece ser el mismo de sus mejores años en el Arsenal, a Xavi o Iniesta, posiblemente los dos mediocentros con mejor visión de juego de toda Europa? Pero mejor aún, ¿qué podría darle Ronaldinho al Barcelona que no puede el club suplir con los jugadores que ya tiene?
Ronaldinho ya no es la estrella fulgurante de antes. Pienso que tiene todavía en sus botas talento para jugar varios años a un alto nivel, pero no al nivel estelar de años pasados. Quizá le convendría hacer más esfuerzo y trabajo físico como dijera públicamente Ancelotti. Quizá le convendría plantearse ser un líder en el Milán, especialmente si se marcha Kaká, o irse a Inglaterra a un equipo de media tabla y buscar ser el ‘salvador’ de un equipo con dinero pero sin demasiado prestigio actual. Pero al Barcelona no debe pensar regresar. El recuerdo de sus grandes jugadas está muy presente entre los fanáticos y asiduos al Camp Nou como para pretender maravillar siendo mucho menos jugador que lo que fue hasta hace tres años. Quizá le convendría regresar a Brasil y reencontrar las raíces que lo hizo el mejor jugador del mundo por casi tres años. Al paso que va sus años en Europa parecen estar contados, a menos que de un vuelco completo en su aptitud y deje de pensar en demasía en el tema de la “felicidad”. Al fin y al cabo, la felicidad de jugadores como Messi ahora mismo depende del trabajo, del esfuerzo, de la disciplina, no simplemente de una sensación de felicidad.
fue un gusto llegar a ver al q para mi es y fue el jugador de mayor habilidad en la historia del futbol gracias ronaldinho
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