Al cuarto minuto de partido en Old Traffold el Porto se ponía en ventaja con un gol de Christian Rodríguez, quien aprovechó un error de la defensa del Manchester United para poner al equipo portugués en el liderazgo. Al minuto 15 más que un error, una locura del defensa del Porto, Bruno Alvés, fue aprovechada por Wayne Rooney, cuando el defensa despejó hacia atrás –sin mirar ni por un segundo- pensando que solo estaba su portero, y dándole literalmente un pase de gol al matador inglés.
El partido en el primer tiempo fue frenético, jugado a una velocidad que a más de uno debió de dejar las piernas totalmente cansadas. Los jugadores del Porto no se mostraron con miedo, con presión excesiva, más bien parecían hasta divertirse, algo difícil a la altura en que se encuentra actualmente la Champions League.
A Alex Ferguson se le veía mascando y mascando el clásico chicle que es una de sus señas de identidad. Antes de finalizar el primer tiempo ya calentaba jugadores de calibre ofensivo como el argentino Carlos Tévez, incluso el adolescente italiano Federico Macheda, quien salvó la victoria del Manchester United contra el Aston Villa el pasado fin de semana.
Y por momentos se vio incluso frustración en varios de los miembros de la defensa de la escuadra inglesa. Y no era para menos. El Porto realizaba pases con alta precisión y mayor rapidez, obligando a un gran desgaste de la defensa del ManU.
En el segundo tiempo el Porto no salió con la misma actitud que jugó el primero. Se encerró mucho en su área, aprovechando el United esas oportunidades con dos jugadas muy peligrosas alrededor del minuto 60, obligando al portero Helton a dos intervenciones prodigiosas. Sin embargo, a pesar de tanto encierro portugués en su área, los ingleses no fueron ofensivamente tan arrolladores como para pasar por encima de los portugueses. La inclusión de Carlos Tévez dio un poco más de peligro a la ofensiva, y fue el argentino quien con un zapatazo frente al portero metió el gol provisional de la victoria, luego de un pase de banda que Rooney supo pasar magistralmente al ex jugador del Boca Juniors con un taco.
Era el minuto 82 y parecía que el último campeón de Europa se llevaría la victoria. ¿O no? La afición celebró, pero con cierta timidez. Quizá no se creían del todo que se llevarían la victoria. Y si eso pensaron los fans del ManU. tuvieron razón: al minuto 88 el argentino Mariano González recibió completamente solo un centro, bajo el balón y tuvo tiempo de golpearlo a la red antes de que el portero Van Der Sar cayera a sus pies.
Y en un partido con pocas faltas el árbitro otorgó excesivos cinco minutos de recuperación que no le sirvieron de nada al Manchester United ni a Cristiano Ronaldo, quien no pareció casi nunca sobre la cancha el jugador que ganó el último Balón de Oro. Nada extraño. En las semifinales del pasado año contra el Barcelona él no fue el jugador decisivo e incisivo. Es un grande, pero por algo pedía la afición a Carlitos Tévez una y otra vez mientras veían como su equipo se complicaba no solo el partido, sino su pase a las semifinales.
El 2-2 para el Porto es un muy buen resultado, más allá de que quedó la impresión de que si alguien debía llevarse los tres puntos era el Porto (repletos de sudamericanos) quienes tuvieron mayores méritos. El doble valor de los goles de visitantes convierte los dos goles del Porto en una pesada piedra en el camino para los dirigidos por Alex Ferguson. El próximo 15 de abril se juega al partido de vuelta, y aunque no se pueda decir que el Manchester perdió el camino a las Semis, lo cierto es que su favoritismo se esfumó para convertir el próximo partido en el O Dragao (estadio del Porto) en un partido demasiado parejo. Si C. Ronaldo quiere demostrar que es el Balón de Oro tendrá que prepararse muy bien mentalmente: cada contacto con el balón le harán saber que no será querido en Porto. Ni por un segundo.
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