miércoles, 29 de abril de 2009

Un empate que deja muchas especulaciones para resolverse en Londres

La encomienda del Chelsea en gran medida era no perder, y no perdieron. La del Barcelona ganar y no encajar goles. No se los permitieron al Chelsea…pero no ganó. En el Camp Nou no se vio un solo gol en el primer partido de las semifinales entre el FC Barcelona y el equipo del millonario ruso Abrahimovic.

Partido empate en la ida. Con este empate a cero, ¿Quién tiene ventajas en la vuelta? Para el Barcelona no es un mal negocio del todo, ya que el empate a cero obliga al Chelsea a ganar sí o sí en Londres el próximo miércoles si quiere avanzar por segundo año consecutivo a la final de la Champions. Cualquier empate con goles haría pasar al Barcelona, y el empate a cero obligaría al Chelsea a la prórroga, antesala de los penales. Como se ve, los dirigidos por Pep Guardiola tienen teóricamente un mayor margen de maniobra que los dirigidos por Guus Hiddink.

Pero seguramente para muchos de los jugadores culés y sus fanáticos el partido tiene sabor a derrota. Ir a Londres con tanta especulación no creo fuese uno de los objetivos fundamentales de un equipo que ha hecho costumbre marcar tres goles en infinidad de partidos este año, el gran favorito en este momento para ganar la Champions League en Roma a fines de mayo.

La fuerza física y técnica del Chelsea, sumado a un planteamiento defensivo que les permitía al Barcelona recorrer tres cuartos de cancha con la posesión del balón (más del 60 por ciento en el primer tiempo) para luego no encontrar huecos en las proximidades del área chica hizo que los numerosos esfuerzos barcelonistas no encontraran una y otra vez el premio del gol. Muy activo estuvieron Xavi e Iniesta, cada partido mejor jugador, pero no así la estrella principal del equipo, Leo Messi, que aunque tuvo algunos destellos no fue el jugador contundente que le hace al momento actual el candidato número 1 para el próximo Balón de Oro.

Muchos tiros tuvo el Barcelona en el partido, pero muy pocos la puerta. La puntería no fue un punto fuerte para los azulgrana los primeros 90 de los 180 minutos que decidirán quien pasa a la Final de Roma. Y puntería tampoco tuvo el Chelsea en sus muy escasas ocasiones, particularmente en la entrada al área chica de Didier Drogba, literalmente solo frente a Víctor Valdés, quien hay que reconocerlo, fue salvador por dos ocasiones en la secuencia de esa jugada, acontecida en el primer tiempo. Hubo en ese sentido justicia, ya que hasta eses momento el primer tiempo había sido un monólogo del Barcelona, aunque sin la contundencia para definir en los tramos finales.

En eso tuvo mucho mérito un planteamiento defensivo de Chelsea en el cual cometieron muchas más faltas que el equipo de casa, y con la gracia del árbitro alemán que dirigió el partido, el cual dejo pasar varias jugadas y varias amarillas que cantadas con justicia hubiesen obligado al Chelsea a jugar sin sus 11 jugadores. Fue menos que regular el árbitro –por momentos, realmente pésimo-, pero también hay que reconocer que fue menos que regular la capacidad resolutiva del Barcelona cuando tuvo varias de las ocasiones más favorables para marcar. Por lo general faltó el tiro fuerte y preciso, la asistencia oportuna, y sobró en ocasiones la tenencia excesiva del balón.

Nada se ha perdido todavía para el Barcelona, ni tampoco para el Chelsea. Tampoco han ganado mucho ninguno de los dos. El empate 0-0 ha sido el resultado que menos indicios proporciona para los próximos 90 minutos que complementan estas eliminatorias.

Para el Chelsea será clave –aparte se tratar de sacar ventaja del factor casa- seguir manteniendo a Messi a raya, y además, a Iniesta, seguramente el más destacado de los azulgranas en el partido en el Camp Nou. Además, intentar ser más rápidos en el contragolpe, especialmente por las ausencias de Puyol (por tarjetas amarillas) y de Rafael Márquez, por lesión.

En el caso del Barcelona intentar abrir huecos en el último cuarto de cancha, al llegar a esa área despojarse del balón con mayor rapidez y precisión, y aprovechar con mayor eficacia las jugadas a balón parado. Quizá los tiros de esquina tengan que realizarse con jugadas preparadas y no con la clásica búsqueda del cabezazo. En esta asignatura es poco lo que puede aprobar el Barcelona ante un equipo físicamente impecable y con muchos hombres altos en la retaguardia.

A pesar del factor campo y de haber mantenido al Barcelona sin marcar por tercer partido consecutivo en las semifinales (el año pasado no pudieron hacer un solo gol al Manchester United en la misma instancia), el Barcelona pienso aún preserva cierto favoritismo. Es difícil que Messi, Eto’o y Henry no estén finos a la hora del remate por muchos partidos consecutivos.

lunes, 13 de abril de 2009

Los sobrevivientes de la Champions y los títulos que persiguen

Inicialmente llamada Copa de Europa y desde 1992-1993 llamada Champions League, entra en sus cinco semanas finales, en las cuales se decidirá quienes avanzan a las Seminifinales, quienes a la Final de Roma y quien será el próximo campeón de Europa.

Algunos de los ocho equipos buscan ampliar su palmarés en dicha competición, especialmente el Liverpool, el más ganador de los equipos sobrevivientes en la presente edición, quien cuenta con cinco títulos hasta la fecha. Especial es la persecución del título también para los tres equipos que luchan actualmente por llegar a la Final y nunca antes han alzado la Copa: el Chelsea, el Arsenal y el Villarreal.

El Bayern Munich ha conseguido cuatro títulos, y posiblemente tendrá que seguir esperando luego de la goleada de la semana pasada 4-0 en el Camp Nou. El Manchester United está en busca de su cuarto título y levantar la Copa por segundo año consecutivo, algo que nunca ha logrado; mientras el Barcelona y el Porto buscan ambos el tercer título de Campeones de Europa para sus vitrinas.

Entre los cinco equipos que aún compiten y han alzado la Copa de Europa se reparten un total de 16 títulos y 8 subcampeonatos. Dato curioso es que el Manchester United y el Porto cada vez que han llegado a una final la han ganado (tres y dos veces respectivamente). Peor suerte han corrido el Bayern y el Barcelona, que han perdido en tres ocasiones de siete y cinco apariciones en la Final, respectivamente. El Liverpool ha ganado cinco de siete apariciones.

El periodo más brillante para el Liverpool fue entre 1977 y 1984, años en los cuales ganó cuatro de sus cinco títulos. Para el Bayern Munich su época dorada fue 1974, 1975 1976, siendo solo uno de tres equipos que ha ganado tres o más títulos de manera consecutiva, junto al Ajax de Amsterdam y el Real Madrid.

El Barcelona no ha vivido períodos de brillantez tan prolongada, pero ha sido el mejor las veces que ha obtenido la Copa: en 1992 frente a la Sampdoria de Roberto Mancini y en 2006 frente al Arsenal de Thierry Henry, que hoy milita en las filas culés. Al igual que el Barcelona el Manchester United y el Porto han ganado títulos con varios años de diferencia: 1968, 1999 y 2008 los ingleses; 1987 y 2004 los portugueses.

Interesante es observar que a excepción del Villarreal, todos los demás competidores han logrado por lo menos disputar una final de Champions League en los últimos 10 años, y los cinco que han ganado títulos en esta competición lo han hecho por lo menos una vez en el período señalado. Es decir, son equipos que en los últimos dos lustros han estado acostumbrados a estar llegando a semifinales y finales de Champions League.

La cara opuesta de la moneda son dos clubes que simbolizan como nadie el mejor torneo de clubes de Europa: Real Madrid y el Milán. Los madridistas por quinto año consecutivo no pudieron pasar de los Octavos de Final, mientras el Milán simplemente no participó este año en la Champions tras quedar en el quinto puesto de su campeonato doméstico el pasado año. Ambos equipos son los únicos que han disputado 10 o más finales de la Copa de Europa/Champions League con 12 (9 victorias, 3 derrotas) el Real Madrid y 11 (7 victorias, 4 derrotas) el AC Milán.

Mientras que los damnificados históricos de la Copa de Europa han sido el portugués Benfica y la italiana Juventus, ambas escuadras con cinco finales perdidas y dos ganadas. Los lusos ganaron en las tempranas ediciones de 1961 y 1962, mientras la Vecchia Signora levantó el título en las ediciones de 1985 y 1996.

En caso de darse una final Chelsea vs Arsenal, o Chelsea vs Villarreal, sería la primera vez desde 1991 que se enfrentasen dos equipos que nunca antes hayan ganado la Copa de Europa o Champions League previamente. Aquel año el Estrella Roja de Belgrado vencía al Olympique de Marsella 5 a 3 en penales después de un 0-0 en los minutos reglamentarios, en Bari, Italia.

Lo que sí parece muy probable es que por lo menos un equipo inglés esté disputando la final por quinto año consecutivo, después de las participaciones de Liverpool en el 2005 (campeón), Arsenal en 2006 (subcampeón), Liverpool en 2007 (subcampeón) y Manchester y Chelsea en 2008 (campeón y subcampeón, respectivamente).

El viejo formato de la Copa de Europa solo aceptaba a los campeones de los respectivos campeonatos domésticos. Es con el formato de la Champions League que es posible que la final se celebre entre dos equipos de la misma nación. Las otras veces que esto ha ocurrido fue en el 2003 cuando el Milán ganó en penales a la Juventus, luego de un empate a cero; y en el 2000, cuando el Real Madrid goleó al Valencia 3-0.

Los títulos por países

A la fecha actual hay un triple empate entre Italia, España e Inglaterra, con 11 títulos
. Hay que destacar dos puntos: mientras los subcampeonatos logrado por equipos italianos y españoles suman 14 y 9 respectivamente, los subcampeonatos ingleses suman 5. Los italianos han llegado a las finales más que ningún otro país, pero la mayor efectividad la logran los ingleses. Otro punto es que en la final que la Juventus derrotó al Liverpool, en el 1985 en Bruselas, a los ingleses se les sacó de competiciones europeas por un lustro por la tragedia ocasionada en aquel partido por los hooligans ingleses.

Además, el reparto de títulos entre los ingleses es más equitativo: han ganado Liverpool, Manchester United, Nottingham Forest y Aston Villa; mientras no han ganado pero han sido subcampeones el Arsenal, Chelsea y Leeds United. Italia ha dado al Milán, Juventus e Inter como campeones, y solo como subcampeones a la Fiorentina, Roma y Sampdoria. España ha tenido solo dos campeones, el Real Madrid y el Barcelona, mientras con subcampeonatos al Valencia y al Atlético de Madrid.

Fuera de esta triada de naciones que han monopolizado los títulos de la Champions, hay una clase media compuesta por Alemania y Holanda, con 6 títulos cada una (básicamente Bayern Munich y Ajax de Amsterdam, con cuatro títulos cada club) y Portugal, con 4 victorias. Países como Bélgica, Suecia, Rusia, Austria y muchos más aún no han visto a uno de sus equipos alzando una Copa de Europa.

Ronaldinho, una estrella que se apaga

El primer gol de Ronaldinho en la Serie A italiana fue el primer encuentro del derby milanés, un golazo de cabeza, que a la postre fue el único gol de aquel partido. El Gaucho celebró como si se tratara de la Final de un Mundial.

Pocos meses antes había acabado su período en el Barcelona, equipo con el cual jugó sus mejores tres años de profesionalismo, en los cuales se encumbró sin discusión como el mejor jugador del mundo. Otros dos años arrojaron sombras y dudas sobre si podría seguir en el lo más alto del podio futbolístico. Ambas parte –jugador y club- buscaron una salida, que no fue más que ir al Milán, el Milán que ha ganado Copas de Europa más que ningún otro equipo en los últimos 30 años. Para la foto Ronaldinho aparecía feliz entre el presidente del Barcelona, Joan Laporta, y Adriano Galliani, la cabeza visible del Milán, siempre secundado por el actual Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Pero aunque el brillo del otrora mejor jugador del mundo se ha dejado colar de cuando en cuando, especialmente con alguna brillante asistencia, el jugador de Porto Alegre está a años luz de ser el hombre decisivo en la cancha que tantas y tantas noches en liga y en competiciones europeas millones vimos disfrutar por los televisores de medio mundo.

En las últimas semanas ha visto poca acción, seguramente sentenciado por las públicas palabras de su entrenador, Carlo Ancelotti, quien ha dicho que Ronaldinho debe entrenar más, hacer más trabajo físico y apelar menos al talento natural que tenga. En los dos últimos años en el Barcelona sus principales críticos apelaron a la pasión por la noche y la juerga del jugador para destacar lo que consideraban poca profesionalidad y desmedro de su condición física. En alguna ocasión apareció una foto del Gaucho con el torso desnudo, algo ancho y grasoso en relación a una foto de un año antes, en la cual se torso parecía el de un Batman o un Superman. Incluso en sus primeras semanas ya iniciado el campeonato italiano se filtró la información de alguna juerga en algún club de moda en Milano a altas horas de la noche, pocos días antes de algún partido.

Y hace apenas dos semanas Ronaldinho reconocía que no era feliz en el Milán y que podría cambiar de club al finalizar la temporada, previamente a una reunión con la directiva del equipo lombardo.

Entre las opciones que la prensa ha especulado se encuentra el Manchester City, el mismo equipo que ofreció más de 100 millones de dólares por su colega y compatriota Kaká, y donde podría reunirse con Robinho, quien también tiene un pasado de juergas y francachelas nocturnas, pero con un talento de sobra al igual que el ex número 10 del Barcelona. En España se ha especulado con la posibilidad de que recale en el Real Madrid de volver Florentino Pérez a la presidencia del club blanco, incluso su representante y hermano, Roberto de Assis ha dicho que estarían encantados de volver a una ciudad que es especial para ellos… ¡a Barcelona!

Seamos francos y agradecidos. Ronaldinho dio mucho al Barça, pero también el club le dio mucho a él. Fue un escaparate excelente para su talento, medio perdido en un club de poco prestigio en Francia (el Paris Saint German) antes de llegar a Cataluña, España. Además, el Barcelona actual discute con otras formaciones pasadas si es el mejor de toda su historia, con un Messi en franca ascensión al estrellato que cuatro años atrás era patrimonio de Ronaldinho en las mismas filas que milita actualmente el argentino.

¿Qué rol cumpliría el Gaucho en el Barça actual? ¿Suplente de lujo? Porque, a quien sentaría para poder ser titular: ¿A Messi? Imposible. ¿A Eto’o y sus muchos goles, a Henry que parece ser el mismo de sus mejores años en el Arsenal, a Xavi o Iniesta, posiblemente los dos mediocentros con mejor visión de juego de toda Europa? Pero mejor aún, ¿qué podría darle Ronaldinho al Barcelona que no puede el club suplir con los jugadores que ya tiene?

Ronaldinho ya no es la estrella fulgurante de antes. Pienso que tiene todavía en sus botas talento para jugar varios años a un alto nivel, pero no al nivel estelar de años pasados. Quizá le convendría hacer más esfuerzo y trabajo físico como dijera públicamente Ancelotti. Quizá le convendría plantearse ser un líder en el Milán, especialmente si se marcha Kaká, o irse a Inglaterra a un equipo de media tabla y buscar ser el ‘salvador’ de un equipo con dinero pero sin demasiado prestigio actual. Pero al Barcelona no debe pensar regresar. El recuerdo de sus grandes jugadas está muy presente entre los fanáticos y asiduos al Camp Nou como para pretender maravillar siendo mucho menos jugador que lo que fue hasta hace tres años. Quizá le convendría regresar a Brasil y reencontrar las raíces que lo hizo el mejor jugador del mundo por casi tres años. Al paso que va sus años en Europa parecen estar contados, a menos que de un vuelco completo en su aptitud y deje de pensar en demasía en el tema de la “felicidad”. Al fin y al cabo, la felicidad de jugadores como Messi ahora mismo depende del trabajo, del esfuerzo, de la disciplina, no simplemente de una sensación de felicidad.

viernes, 10 de abril de 2009

Italia, Amauri y los Oriundi

El potente delantero de la Juventus, Amauri, es un jugador brasileño que ha echado raíces en el fútbol italiano, pasando por varios equipos en los últimos 10 años, hasta recalar a principios de esta temporada en la Vecchia Signora.

Amauri no ha jugado un solo minuto con la camiseta de la selección de su país natal, pero en los próximos meses podría vestir la camiseta azul de su país adoptivo. En Italia se ha barajado la posibilidad de que el fornido delantero juegue por la selección azzurra cuando luego de unos meses pueda obtener la ciudadanía italiana como consecuencia de que su esposa, brasileña también pero con orígenes italianos, haya conseguido ya la ciudadanía del país transalpino.

Durante meses esa hipótesis de que pueda jugar con Italia ha estado presente en los medios de comunicación, no solo gracias a los periodistas sino también de los fanáticos, que en la mayoría de los casos dejan saber su desacuerdo con esa posibilidad. El argumento más frecuente es que los italianos han sido capaces de ganar cuatro Mundiales, por lo cual no necesitan estar desesperados nacionalizando jugadores extranjeros, y que quien vista la maglia azzurra debe sentirla de corazón.

Incluso algunos jugadores se han opuesto a la posibilidad de que Amauri juegue en la selección, como Gennaro Gattuso y Luca Toni, aunque hay que decir que otros no lo ven con malos ojos, como su compañero en la Juve, Gianluigi Buffon o el mítico defensa Paolo Maldini.

Pero hay algo que posiblemente moleste a muchos tifosi por encima de todo, y es que Amauri se ha manejado con este tema con un cierto velo de ambivalencia, lo cual seguramente es el motivo de que muchos fans escriban a los diarios pidiendo al entrenador de Italia, Marcello Lippi, que no lo convocase cuando definitivamente tenga el estatus legal de ciudadano italiano. La idea de que jugar por Italia sería una segunda opción si no juega por Brasil provoca una sensación desagradable entre muchos fans.

Italia ha jugado ya con jugadores naturalizados. Para muestra un botón: en el Mundial de 2006 que ganaron los italianos en sus filas jugó –y aún juega por la azzurra- el argentino Mauro Germán Camoranesi, el cual, como muchos jugadores argentinos, tiene origen italiano.

En los dos primeros Mundiales obtenidos por Italia, en los lejanos años 30 -1934 y 1938-, la selección italiana contó con varios jugadores argentinos de origen italiano, los denominados oriundi (oriundos), entre los que se encontraban Luis Monti, Raimundo Orsi, y Enrique Guaita.

Otros oriundi que han jugado con la camiseta azul italiana han sido Giovanni Moscardini (nacido en Escocia), Miguel Montuori (Argentina), Omar Sivori (Argentina), Juan Schiaffino (Uruguay) y José Altafini (Brasil). Hay que destacar que la mayoría de estos jugadores jugaron originalmente con las selecciones de sus países natales antes de hacerlo con Italia. Con las reglas actuales esto ya es imposible. Quien juegue un solo minuto con la selección de un país ya no podrá hacerlo con ninguna otra selección.

En el caso de Amauri, sería el primer jugador en representar a la Italia futbolística como nacionalizado pero sin ascendencia italiana.

El tema de los jugadores nacionalizados es viejo en el mundo del fútbol. Uno de los más grandes jugadores de la historia, Alfredo Di Stefano, el mismo con el que nació el mito del Real Madrid, jugó por la selección española a pesar de ser nativo de Argentina. Hemos visto como en los últimos Mundiales y Eurocopas varios jugadores han representado países en los cuales no han nacido. Jugadores argentinos jugando con México, jugadores brasileños jugando con Polonia o Japón, etc.

En todo caso, hay en la vitrina actual importantes jugadores nacidos fuera de Italia o con orígenes mixtos que podrían formar filas en la selección azzurra para el próximo Mundial o para los próximos años: Giuseppe Rossi, nacido en Estados Unidos de padre y madre italianos; Rodrigo Taddei, italo-brasileño, al igual que el defensa del Napolés, Fabiano Santacroce; Mario Balotelli, nacido de inmigrantes ghaneses en Sicilia y adoptado luego por una familia italiana; o Roberto Acquafresca, mitad italiano, mitad polaco.

Más allá de los temas de orgullo y patria, Amauri sería una muy buena adquisición para la selección azzurra, por ser poseedor de unas características que pocos delanteros italianos poseen ahora mismo. Pero en caso de que decida no jugar por Italia o que el seleccionador italiano decidiese que no es necesario para la selección italiana, aún así Italia debe partir para el Mundial de 2010 como una de las teóricas favoritas, junto a Brasil, Argentina, España, Inglaterra y otras selecciones más.

Con delanteros como Gilardino, Giuseppe Rossi y Borriello, entre otros, los italianos tienen el material –quizá justo, ya veremos dentro de un año- para competir en el próximo Mundial, como muchas veces lo han hecho. No es coincidencia cuatro títulos mundiales, con o sin jugadores naturalizados.

Panorama en la Champions para los partidos de vuelta

Los partidos de ida de los Cuartos de Final de la Champions League han traído tres sorpresas. Primera, la goleada del Barcelona sobre el Bayern Munich, no porque los catalanes no estén acostumbrados a hacer un buen o magnífico juego ofensivo, sino por lo abultado de un resultado que se preveía algo más cerrado.

Segunda sorpresa: la autoritaria victoria del Chelsea sobre el Liverpool 3-1, y en el estadio de los dirigidos por Rafael Benítez, haciendo su potencial clasificación a las Semifinales algo bien complejo, especialmente tomando en cuenta que el partido de vuelta será en Stamford Bridge, feudo del equipo del millonario ruso Abrahimovic.

Y la tercera sorpresa, y está quizá sea la más llamativa, fue el empate a dos goles entre el Manchester United y el Porto…en el estadio de los ingleses.

El equipo de Pep Guardiola era favorito en los pronósticos, pero no con una solvencia tan aplastante ante un equipo que venía de hacer 12 goles en los Octavos de Final frente al Sporting de Lisboa. La eliminatoria Liverpool-Chelsea se preveía con mucha igualdad y con ligeras posibilidades de victoria para cada equipo, pero jugando en sus respectivos estadios. Una victoria de dos goles por encima del Liverpool no era un guión muy esperado, mucho menos cuando dos de los tres goles del Chelsea vinieron por el juego aéreo, una asignatura generalmente bien aprobada por el conjunto de Anfield. El protagonismo que ha ido recuperando Didier Drogba de manos del entrenador Guus Hiddink, el cual había perdido con el técnico anterior, el brasileño Scolari, ha sido beneficioso para el Chelsea, como ya se vio en la serie anterior frente a la Juventus.

Y que el Manchester United, junto al Barcelona los grandes favoritos de la competición, empatase frente al Porto no estaba muy en la cabeza de la mayoría, y mucho menos que el Porto dejase la sensación de que si la victoria era para uno de los dos debió ser para el conjunto portugués. Lo digo hoy, para que quede escrito: si el ManU. jugase de nuevo como jugó ante el Porto en Portugal, su camino a Roma habrá terminado. Y si pasase a las Semis y jugase así frente al Villarreal o el Arsenal, tendría que rogar al cielo para llegar a disputar la Final de la Champions.

Donde no hubo sorpresas fue en el partido entre Villarreal y Arsenal, empate 1-1 que hace justicia a la igualdad de favoritismo entre ambos equipos en esta serie. Un resultado similar, la prórroga en el partido de vuelta y los penales no sería nada sorprendente en el partido de vuelta. Sorpresa sería una goleada de uno de los dos, en posiblemente la serie de Cuartos de Final con equipos con menos posibilidades de ganar la Champions.

En las dos series más atractivas a priori, Barcelona vs Bayern Munich y Chelsea vs Liverpool, en las cuales se esperaban batallas campales hasta el minuto 180 (recuerden siempre que es un largo partido de dos mitades de 90 minutos), parece que hay dos equipos con casi los dos pies en las semifinales.

En las otras dos series, la que a priori parecía la más desequilibrada –Manchester United vs Porto-, y Villarreal vs Arsenal, el panorama no es claro para nadie. ManU. tiene que jugar en Portugal, y en el partido de ida demostró que es no es un equipo imbatible. En la serie previa contra el Inter de Milán el Manchester fue superior, pero dejó serias dudas, al igual que en el primer partido de Cuartos contra los lusitanos. No sería sorpresivo que ganasen incluso con muchos goles al Porto, pero a la fecha de hoy habiendo visto lo visto en el partido de ida tampoco sería una quimera pensar que pueden quedarse a las puertas de las Semifinales. Particularmente creo que ganarán ese partido, aunque si el Porto demuestra las ganas del partido anterior quizá deberían ellos merecerlos…pero en el fútbol se gana con goles, aunque sean autogoles del contrario.

El Arsenal partirá ligeramente favorito en el partido de ida, pero creo que solo por jugarlo en Londres. Mucho dependerá del cerebro del equipo, Cesc Fabrégas. Mucho dependerá también de cómo mueva sus piezas el técnico de Villarreal, Pellegrini, quien ha llevado a un equipo de una ciudad de menos de 50,000 habitantes a competir de tú a tú con equipos históricos de Europa.

Tridente, quinteto o sexteto: todo de lujo

Como muchos otros, pensaba que la eliminatoria entre el FC Barcelona y el Bayern Munich sería más cerrada en el doble choque entre ambos. Como muchos, me equivoqué, por lo menos respecto al primer partido disputado en el Camp Nou de la Ciudad Condal (y que bueno, porque, no tengo intención de negarlo, soy fan del Barça).

Mucho se está hablando a través de toda la temporada del Tridente de Lujo conformado por Eto’o, Henry y el indiscutible número uno al día de hoy, Lionel Messi. Pero bien podría hablarse del Quinteto de Luxe, el tridente ya mencionado secundados por Xavi Hernández y Andrés Iniesta. La clarividencia de juego de estos dos pequeños gigantes, la certeza en el pase, la capacidad de sorpresa de ambos hace que junto al camerunés, el francés y el argentino de arriba el Barcelona sea ofensivamente una maquina casi perfecta.

Y si a este Quinteto de Luxe le sumamos el no pocas veces magnífico aporte ofensivo del carrilero derecho Dani Alves, entonces estamos en presencia de un Sexteto Divino, porque si el parnaso griego jugara al fútbol estarían disfrazados de blaugrana.

Pero dejemos tantos elogios a un lado, que al Barcelona le llueven epítetos de este calibre desde todos los rincones futbolísticos del planeta. Hasta el fantástico portero del Real Madrid, Iker Casillas, ha dicho que ha sentido envidia al ver jugar al Barça esta temporada.

El 4-0 del partido de ida de los Cuartos de Final de la Champions League entre el equipo español y el alemán hizo sobrada justicia al juego desplegado por los comandados por Pep Guardiola, especialmente por lo mostrado en el primer tiempo, unos de esos 45 minutos de fútbol que ni los años ni la falta de memoria podrán hacer olvidar. El Tridente de Lujo hizo de todo, al igual que el medio campo y la defensa barcelonista. Messi hizo dos goles, dio un pase, marco Eto’o, marcó Henry, pasó Eto’o, marcó Henry. Sencillamente, hicieron lo que les vino en gana.

Una de las razones para pensar previamente que la eliminatoria sería más cerrada tiene que ver con algo no presente, sino pasado, y el prestigio histórico del conjunto bávaro, quien tiene cuatro Copas de Europa en sus vitrinas. Pero el pasado es solo eso, tiempo que fue. Lo mostrado en el Camp Nou por los dirigidos por Jürgen Klismann es diametralmente opuesto a lo mostrado por el Barcelona. El Bayern Munich fue un equipo diezmado, limitado, sin fuerza y timorato. Muy poco Bayern ante un Barça que si se les da algunas ventajas pueden pasar por encima como si de un partido benéfico se tratase.

El camino a Roma –donde será la final de este año- se despeja un poco. Pero, cuidado, por más que sea el mejor equipo del mundo hoy por hoy tampoco se puede ir de vacaciones a Alemania para el partido de vuelta, y además, en las Semifinales habrá un Chelsea o un Liverpool que habrán tomado notas de lo ocurrido a los alemanes. Y, después la final, que hay que jugarla porque nadie la gana desde los elogios de los fans y de la prensa. No pocos súper favoritos no aprueban el examen final, ese que separa al Campeón del Sub-campeón: es decir, el segundón.

martes, 7 de abril de 2009

Dos goles para soñar

Al cuarto minuto de partido en Old Traffold el Porto se ponía en ventaja con un gol de Christian Rodríguez, quien aprovechó un error de la defensa del Manchester United para poner al equipo portugués en el liderazgo. Al minuto 15 más que un error, una locura del defensa del Porto, Bruno Alvés, fue aprovechada por Wayne Rooney, cuando el defensa despejó hacia atrás –sin mirar ni por un segundo- pensando que solo estaba su portero, y dándole literalmente un pase de gol al matador inglés.

El partido en el primer tiempo fue frenético, jugado a una velocidad que a más de uno debió de dejar las piernas totalmente cansadas. Los jugadores del Porto no se mostraron con miedo, con presión excesiva, más bien parecían hasta divertirse, algo difícil a la altura en que se encuentra actualmente la Champions League.

A Alex Ferguson se le veía mascando y mascando el clásico chicle que es una de sus señas de identidad. Antes de finalizar el primer tiempo ya calentaba jugadores de calibre ofensivo como el argentino Carlos Tévez, incluso el adolescente italiano Federico Macheda, quien salvó la victoria del Manchester United contra el Aston Villa el pasado fin de semana.

Y por momentos se vio incluso frustración en varios de los miembros de la defensa de la escuadra inglesa. Y no era para menos. El Porto realizaba pases con alta precisión y mayor rapidez, obligando a un gran desgaste de la defensa del ManU.

En el segundo tiempo el Porto no salió con la misma actitud que jugó el primero. Se encerró mucho en su área, aprovechando el United esas oportunidades con dos jugadas muy peligrosas alrededor del minuto 60, obligando al portero Helton a dos intervenciones prodigiosas. Sin embargo, a pesar de tanto encierro portugués en su área, los ingleses no fueron ofensivamente tan arrolladores como para pasar por encima de los portugueses. La inclusión de Carlos Tévez dio un poco más de peligro a la ofensiva, y fue el argentino quien con un zapatazo frente al portero metió el gol provisional de la victoria, luego de un pase de banda que Rooney supo pasar magistralmente al ex jugador del Boca Juniors con un taco.

Era el minuto 82 y parecía que el último campeón de Europa se llevaría la victoria. ¿O no? La afición celebró, pero con cierta timidez. Quizá no se creían del todo que se llevarían la victoria. Y si eso pensaron los fans del ManU. tuvieron razón: al minuto 88 el argentino Mariano González recibió completamente solo un centro, bajo el balón y tuvo tiempo de golpearlo a la red antes de que el portero Van Der Sar cayera a sus pies.

Y en un partido con pocas faltas el árbitro otorgó excesivos cinco minutos de recuperación que no le sirvieron de nada al Manchester United ni a Cristiano Ronaldo, quien no pareció casi nunca sobre la cancha el jugador que ganó el último Balón de Oro. Nada extraño. En las semifinales del pasado año contra el Barcelona él no fue el jugador decisivo e incisivo. Es un grande, pero por algo pedía la afición a Carlitos Tévez una y otra vez mientras veían como su equipo se complicaba no solo el partido, sino su pase a las semifinales.

El 2-2 para el Porto es un muy buen resultado, más allá de que quedó la impresión de que si alguien debía llevarse los tres puntos era el Porto (repletos de sudamericanos) quienes tuvieron mayores méritos. El doble valor de los goles de visitantes convierte los dos goles del Porto en una pesada piedra en el camino para los dirigidos por Alex Ferguson. El próximo 15 de abril se juega al partido de vuelta, y aunque no se pueda decir que el Manchester perdió el camino a las Semis, lo cierto es que su favoritismo se esfumó para convertir el próximo partido en el O Dragao (estadio del Porto) en un partido demasiado parejo. Si C. Ronaldo quiere demostrar que es el Balón de Oro tendrá que prepararse muy bien mentalmente: cada contacto con el balón le harán saber que no será querido en Porto. Ni por un segundo.

Duelo de las B’s: Barcelona vs Bayern


Un futbolista de élite puede estar jugando unos 50 a 65 partidos cada año, entre las competiciones de su respectivo club y los compromisos internacionales con su selección. Pero si bien es cierto que para un profesional todos los partidos deben ser importantes, no menos cierto es que hay partidos por los cuales se es futbolista: un duelo de ida y vuelta entre Barcelona vs Bayern Munich son de esos compromisos por los cuales un niño o adolescente sueña con ser un profesional.

Miércoles 8 de abril a las 20:45 p.m. (2:45 p.m. hora dominicana) en el Camp Nou de Barcelona será el primer compromiso del duelo en Cuartos de Final que decidirá cuál de estos dos gigantes del fútbol europeo pasará a las Semifinales.

Desde el entorno del equipo alemán se ha estado diciendo desde hace días que el Barcelona es el favorito, que sería un milagro vencer a la escuadra que dirige Pep Guardiola. Teóricamente es cierto…pero, ¿para un equipo que ha marcado 24 goles en la presente edición de la Champions sería un milagro eliminar al Barcelona, que también ha marcado 24 goles? No lo creo. Si creo que el Barcelona es un equipo mejor estructurado en todas las líneas, pero el Bayern tiene un bagaje ofensivo nada despreciable, empezando por un Franck Ribéry que es por hoy quizá el mejor jugador francés en el panorama internacional, con permiso del también joven Karim Benzema y el veterano Thierry Henry.

Además, el Bayern cuenta con un jugador italiano que es capaz de lo mejor y lo peor, Luca Toni, que si está en buena racha es una amenaza constante en el juego aéreo, ayudado por su estatura. Y aunque del Barcelona se hablen elogios a granel desde todos los rincones de Europa y del mundo, tiene algunos defectos, y de los principales –no voy a hablar de nuevo de Víctor Valdés, no se preocupen- es el juego aéreo en propio terreno.

En los partidos de Octavo de Final el Bayern destrozó la defensa del Sporting Lisboa con 12 goles. Les marcó cinco en el partido de ida y siete en el de vuelta. Y esto es lo que me llama la atención: no los doce goles, sino el hambre de buscar y hacer goles en el segundo partido cuando ya todo estaba literalmente decidido tras el primer encuentro.

Si esas ganas las aplican los jugadores del Bayern y su entrenados Jürgen Klismann, entonces el favoritismo del Barcelona podría ser un arma menos letal de lo previsto. Si bien es cierto que hablando en términos ofensivos el tridente de lujo del Barcelona (Messi, Henry y Eto’o) es seguramente el mejor de Europa al día de hoy, no menos cierto es que son humanos, no dioses (aunque a veces Messi le obliga a uno a pensar que es más que humano).

¿Milagro? Milagro sería que el Bayern le haga 12 goles al Barcelona como se lo hizo al Sporting. Pero no sería milagro que pudieran luchar de tú a tú con los barceloneses…pero con mucho menos goles que en la ronda anterior. Soy de la opinión de que a pesar de que se enfrentan los equipos más goleadores de la Champions no será una eliminatoria con demasiados goles. Tengo la corazonada de que el Bayern poblará el centro del campo para limitar lo más que pueda las fuentes de circulación de balón del Barcelona: Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Gran parte de la efectividad del Barcelona pasa por la eficacia y rapidez de los pases de estos dos pequeños pero grandes jugadores, además de la magnífica visión de juego de ambos, de la cual se han aprovechado sin lugar a dudas los tres fantásticos de arriba.

El primer partido será en el Camp Nou, y el Barcelona debe ir a buscar el partido desde el primer minuto, pero sin dejar excesivos huecos atrás. Un 1-0, un 2-1, un empate sea cual sea el marcador, y en el peor de los casos, una derrota, aunque sea por la mínima, complicarían al Barcelona. La victoria por dos goles como mínimo debe ser la premisa, al igual que la portería a cero. Perdón, tengo que mencionar de nuevo a Valdés: la defensa debe limitar las oportunidades ofensivas del Bayern y no permitir muchas incursiones al área, tanto por la efectividad alemana como por las garantías no excesivas que ofrece el portero catalán.

En esa labor defensiva tendrán que hacer aportes (aunque no deba ni pueda ser la misión principal, lógicamente) los delanteros blaugrana, tanto para retrasar las salidas del Bayern como por tratar de aprovecharse de los posibles errores de la defensa alemana, que por cierto, no es de las mejores en su campeonato doméstico, aunque lo han hecho mejor que el Barcelona en esta Champions, es justo reconocer.

Los elogios al Barcelona son muchos, pero bien le hará pasarlos todo por alto y ponerse el traje de humildad. Si hacen eso, posiblemente serán imbatibles en lo que resta de Champions League, con permiso de Manchester United, Liverpool y todo el que aspire a la Copa. En ese sentido pienso que Pep Guardiola viene haciendo un gran trabajo hasta la fecha, en hacer que el Barcelona juegue como un equipo más allá de las muchas y excelentes individualidades con que cuenta.

De todas maneras, creo que el guión de esta eliminatoria será apasionante y más cerrado que las diferencias de favoritismo entre ambos equipos, y no se definirá en el primer partido. El Barcelona es favorito, pero el Bayern tiene elementos y razones para no pensar que solo un milagro les permitiría seguir avanzando.

miércoles, 1 de abril de 2009

Ni Buffon ni Casillas, simplemente, Víctor Valdés

El portero del FC Barcelona finaliza contrato en el verano de 2010. Ya empieza, a través de su nuevo representante a mover ficha para prorrogar su presencia en el Camp Nou y aumentar sus emolumentos.

Víctor Valdés viene defendiendo la portería del Barça desde la temporada de 2002-2003, siendo el portero con mayor continuidad en el máximo equipo de la Ciudad Condal desde que defendiese la portería del Dream Team el portero vasco Andoni Zubizarreta. Durante muchos años la portería fue una de las grandes asignaturas pendientes del club que hoy dirige Joan Laporta. Recordamos con pesar algunos fiascos como el muy promocionado portero portugués Víctor Baía o el del argentino Roberto Bonano.

Es cierto que Valdés ha sido el portero titular durante varios años en el Barcelona, es cierto que con él en la portería el Barca ha ganado varias ligas y la segunda Champions en la historia de la institución, en el 2006 en París contra el Arsenal. Es cierto. Pero muy, mucho más cierto es que hoy por hoy, y seguramente durante varios años, los porteros en mayúsculas han sido y siguen siendo el italiano Gianluigi Buffon y el español Iker Casillas.

Comparar a Valdés con Casillas o con Buffon, como ha hecho el representante del actual portero culé es dejar al lado los méritos o no méritos deportivos de su representado. Lo único en que Valdés se iguala a los anteriormente mencionados en el ser el titular de la portería de un equipo legendario, el Barcelona, como también lo son la Juventus (Buffon) y el Real Madrid (Casillas). Las similitudes son más que nada externas y circunstanciales, pero en lo que respecta al performance individual, Buffon y Casillas están a varias galaxias de distancia de Valdés.

Hace algunas semanas en el partido de ida de los Octavos de Final de la Champions League entre el Lyon y el Barcelona, Juninho Pernabumcano lanzó un tiro libre desde el sector izquierdo. El balón hizo una ligera parábola, podía ir a puerta, podía ir fuera, y ante la duda, un portero debía atrapar o despejar ese balón, o intentar algo por lo menos. Víctor Valdés no hizo ni lo uno ni lo otro, quedando en un ridículo espectacular. Menciono esta jugada porque con el paso de los años Valdés no ha convencido del todo (o de casi nada) a un amplio sector del barcelonismo que no lo visualiza como un portero idóneo para un equipo de tantas estrellas y tal peso en España y el mundo. Esa jugada mencionada es una de varias en la que Valdés deja la sensación de no ser un auténtico Zamora, premio a los porteros que se da en España al portero menos goleado cada año, y premio que Valdés posee.

Para muchos (me incluyo) que los goles en contra sean menos para Valdés tiene mucho que ver con la defensa del Barcelona, más que adecuada, y especialmente a la ofensiva culé, capaz en la inmensa mayoría de sus partidos de mantener un 60 por ciento o más de posesión del balón, haciendo lógicamente que las posibilidades ofensivas del contrario se achiquen al máximo. Con Xavi e Iniesta en el mediocampo y con Messi, Eto’o y Henry adelante el desgaste defensivo de muchos equipos es tal que la ofensiva debe pasar a un lugar no secundario, sino terciario.

Siendo estrictamente honesto no creo que nadie realmente juicioso pueda decir que Víctor Valdés es un gran portero. A lo sumo, que es un portero quizá por encima del promedio. No más. Y el Barcelona no puede ni debe perder la capacidad de gerencia y ofrecerle a Valdés lo que Casillas o Buffon se han ganado en base a pura excelencia, no solo cirscuntancias favorables de jugar en equipos legendarios. Ya Buffon era un excelente portero cuando jugaba en el Parma, un equipo que hoy está en la Serie B italiana (la segunda división), y Casillas lo es jugando en el Real Madrid, pero siendo quizá el jugador más determinante en los últimos cinco años en el Madrid de tantos y tantos puntos que le ha salvado con docenas y docenas de magníficos performances como portero.

Si Víctor Valdés tiene muchas ‘novias’ como manifiesta su representante –entre ellas, presumiblemente, el Milán-, entonces seguramente se irá, ya que el Barcelona debe tener varias novias deseosas de ser sus esposas.