La defensa un desastre, irregular posesión del balón y un goleador contrastado fallando lo más fácil, un penal.
El andaluz Betis le hizo dos goles en apenas siete minutos al equipo que para muchos es el mejor de la actualidad y uno de los mejores de todos los tiempos. Le cortó la mejor racha de partidos ganados en su historia (28) y le metió tres goles en un solo parcial, algo que no le ocurría al Barcelona en los últimos 154 partidos.
Un resultado de 5-0 a favor de los culés en el partido de ida contra los béticos en los Cuartos de Final de la Copa del Rey quizá pudo haber provocado excesiva confianza en los jugadores del actual campeón de Liga, quizá también simplemente el Betis hizo muy bien sus deberes.
Sea cual sea la lectura, lo cierto es que para los barcelonistas fue un partido para el olvido. ¿O no?
Quizá tengan que recordarlo, no por puros afanes masoquistas, sino para puntualizar falencias, corregir entuertos y por qué no, para tomarlo como un estímulo para hacer los deberes de manera magistral, como lo venían haciendo durante meses.
Mal, pero bien
Dentro de la mala imagen mostrada por el Barcelona, algo positivo se puede sacar: el objetivo de pasar a la próxima fase de la Copa del Rey no se dejó de cumplir, aún cuando Bojan reconoce que hubo algo de temor luego de un 2-0 en contra con apenas 420 segundos jugados, es decir, a escasos siete minutos del pitido inicial.
Los records están hechos para ser rotos, o por lo menos intentarlo. Los 28 partidos ganados de manera sucesiva, rompiendo los 27 de la temporada 1973-1974, son un hito que está ahora en la historia…pero lo importante ya no es la historia pasada, sino la que en cada partido se puede empezar a escribir.
Perder jugando mal como le ocurrió al Barcelona hace unas horas es mejor ahora que en un partido decisivo por la Liga, por la Champions, por la misma Copa del Rey. Siguen siendo un gran equipo, pero jamás se puede perder de vista que no son extraterrestres con poderes especiales.
En todo caso, esos “poderes especiales” descansan en habilidades humanas muy bien explotadas por los culés: preparación, trabajo táctico y técnico, preparación física, capacidad asociativa y solidaridad entre los jugadores, incluyendo las máximas estrellas.
Si se va a perder, mejor hacerlo cuando no obstaculiza seguir las metas a conseguir.
Es posible que luego de una racha tan impresionante tengan un par de partidos desdeñables, o quién sabe si en los partidos por venir el Barcelona se convierte en un equipo más peligroso de lo que ya es. Imposible no es.
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