Es la primera vez que se entrega el premio de Balón de Oro al mejor entrenador, y con un escaso margen de votos el polémico técnico portugués José Mourinho ganó el premio al español Vicente del Bosque.
Josep Guardiola, al frente del Barcelona, el tercero, obtuvo el 8.45 % de los votos. El siempre elegante en su trato Vicente del Bosque le otorgaron el 33.08 de los votos, contra el 35.92 % a José Mourinho.
El hoy técnico del Real Madrid gana el premio esencialmente por lo hecho en la campaña 2009-2010 en el Inter de Milán, al cual llevó a ganar el triplete (liga, copa y Champions League), pero por encima de todo por cambiar, en su segundo año y último año al frente del equipo italiano, la mentalidad europea de la escuadra, que venía dominando varios años el Calcio, pero que se mostraba inoperante en las grandes citas europeas.
El FC Barcelona fue uno de los damnificados de ese cambio de mentalidad bajo las órdenes de un técnico muy querido o muy odiado, que en pocos causa indiferencia.
En aquellos enfrentamientos de ida y vuelta contra los culés, en el partido en el Camp Nou Mourinho sacó un onceno literalmente para defender un resultado positivo el partido de ida. Muchos consideraron aquel partido –en el que el Inter literalmente no tiró a puertas- como el anti-fútbol, pero de esa manera accedía a la final, en la cual se lució con dos goles el principal delantero interista, Diego Milito (por cierto, uno de los jugadores más subestimados del mundo).
Mourinho tiene malas maneras en ocasiones…y no tan contadas. Envuelto en polémicas allí donde estuvo o está –sus enfrentamientos con Ferguson, Wegner o Benítez en Inglaterra eran de leyenda-, hace llamar la atención de los medios de comunicación sobre sí mismo en demasía, más que por afán de protagonismo, para liberar de excesiva atención a sus jugadores de los mass media. Esto le ha ganado no pocas animadversiones, pero ha sido un exitoso entrenador, sin dudas.
Vicente del Bosque tiene el honor de haber dirigido a la selección española a conquistar su primer Mundial, la misma selección ganadora de la Eurocopa 2008, que fue dirigida por Luis Aragonés. Un gran mérito de del Bosque es la practicidad: tomó un gran equipo y en vez de desmembrarlo y rehacerlo en base a caprichos personales, realizó retoques relevantes para mejorar sus capacidades de cara al principal evento futbolístico imaginable.
Heredó un gran equipo y lo fortaleció y pulió en los puntos en que eran necesarios. No pretendió ser un genio, sino un buen gerente de los muchos recursos que tenía a disposición. En eso consiste su genialidad.
Las ideas futbolísticas de Guardiola tienen antecedentes en el Barcelona del Dream Team de principios y medianos de los años 90 –del cual fue parte-, pero con un sello propio, en el cual el cariño por el balón, su posesión y manejo con criterio es casi una obsesión, tanto del técnico como del equipo. Simplemente dirige un equipo que para algunos (quizá muchos si logran más títulos en los próximos meses o años) es ya uno de los mejores de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario