El diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport realizó recientemente una encuesta entre sus lectores para elegir quien era hoy por hoy el mejor entrenador del mundo. Sin ser italiano, sin haber dirigido ni por un segundo ningún equipo italiano los lectores eligieron a un técnico español: Rafael –Rafa- Benítez.
Actual técnico del Liverpool, Benítez fue un jugador común y corriente, que daba muestras desde sus años de jugador activo de un conocimiento cabal del fútbol, de las estrategias, de las estadísticas. Labraba ya su futuro como entrenador.
Con el Valencia llegó a ganar dos ligas de España y una Copa UEFA, al mando de un equipo de buenos jugadores, pero ninguno excepcional (quizá con excepción de Gaizka Mendieta, que luego fue un fracaso absoluto en la Lazio y después en el FC Barcelona). Con el Liverpool no ha ganado ninguna liga aún (la competencia y el dinero del Chelsea y del Manchester han sido obstáculos mayúsculos hasta la fecha), pero ha sido capaz de llevar al clásico equipo inglés a dos finales de la Champions League (ambas contra el Milán), ganando una de ellas en penales luego de remontar un 3-0 en el primer tiempo.
Podría decirse con poco margen de duda que Benítez es capaz de sacar diamantes donde muchos otros entrenadores sacarían apenas hojalata. Si bien en la plantilla actual del Liverpool cuenta con jugadores del calibre de un Fernando Torres y un Steven Gerrard (aparte de los todoterrenos Javier Mascherano y Xabi Alonso en el medio campo), no menos cierto es que Rafa Benítez nunca ha estado al frente de un equipo ‘espectacular’. El Valencia que ganaba ligas con él al frente por encima del Barcelona y el Madrid era un equipo rocoso, que marcaba pocos goles y asfixiaba por completo la ofensiva de los contrarios. No contaba con jugadores para más…pero ganaba.
El Liverpool de los últimos cinco años que ha dirigido no llega en calidad de jugadores y nombres al nivel del Manchester United y el Chelsea, y por momentos al Arsenal, pero en el tiempo que él ha dirigido al Liverpool ha ganado una Champions y ha sido subcampeón en otra, cosa que ningún otro entrenador en Inglaterra ha emulado en el tiempo que él dirige en las islas británicas.
Quizá los fanáticos italianos estén impresionados por la solvencia con la cual su equipo despachó al Real Madrid en el doble enfrentamiento en Octavos de Final de la presente Champions League, quizá haya una impresión muy favorable por los 13 goles marcados por el Liverpool en tres partidos seguidos al Real Madrid, Manchester United y Aston Villa, pero lo cierto es que la calidad de Benítez como técnico no es producto de un momento de gracia, sino de varios años de trabajo sistemático, pensado y buscado.
Al pensar en el mejor técnico del mundo pienso también en José Mourinho, quien está en vías de ganar un título doméstico en un tercer país (Inter, Italia). Ya lo había hecho con el Porto de Portugal y el Chelsea de Inglaterra. Pienso también en Fabio Capello, actual entrenador de la selección inglesa, que a donde llegaba ganaba (Milán, Real Madrid, Roma, Juventus). Y aunque pueda molestar a algunos no pienso en Alex Fergunson, que tiene sus méritos –no los voy a negar-, pero que ha tenido grandes equipos durante demasiado tiempo para un botín que no es despreciable, pero no desmesurado (dos Champions League en más de 20 años al frente del Manchester, cuando Carlo Ancelotti ha conseguido la misma cantidad en mucho menos tiempo y con equipos seguramente menos prodigiosos).
Si hubiese un Oscar para los entrenadores creo que tendría que elegir entre Benítez, Mourinho y Capello como el mejor del mundo. Eso sí, dejaría una ventana abierta para el futuro para uno que tiene una corta historia como entrenador pero que empezó con un pie muy derecho: Pep Guardiola.