lunes, 27 de diciembre de 2010

Ronaldinho: De él depende volver a la elite

Su sonrisa casi perenne parecería ser un constante homenaje a su ciudad natal, Porto Alegre, donde realizó su incorporación al fútbol profesional con el Gremio.

Tras marcar 13 goles en sus primeros 34 partidos en la máxima categoría de Brasil, entre 1998 al 2000, comenzó Ronaldo Assis de Moreira (Ronaldinho) su primera escalada europea a las 20 años de edad con el equipo francés Paris Saint-Germain, donde estuvo dos temporadas entre el 2001 al 2003, marcando 17 goles en 55 partidos de la Primera División.

En medio de estas dos temporadas estuvo el Mundial de Japón-Corea del Sur, el último Mundial ganado por los brasileños. Si bien la dupla Ronaldo-Rivaldo es quizá la más recordada por llevar el mayor peso ofensivo, la presencia de Ronaldinho en ese Mundial no fue puramente testimonial, sino que fue pieza relevante para el quinto Mundial brasileño.

El gol de tiro directo que hasta último momento no se sabía si era pase o tiro a puerta, y que finalmente sobrepasó al portero inglés David Seaman, hizo pensar a muchos si no estaban en presencia de la gran figura brasileña que relevaría la fama de Ronaldo.

Muchos pensaron así, y seguramente el FC Barcelona más que nadie.

Los años dorados en Barcelona

Ronaldinho, junto al camerunés Samuel Eto’o y el técnico Frank Rijkaard, fueron las grandes apuestas del proyecto que iniciaba el ya ex presidente del Barcelona, Joan Laporta. Tras un lustro de cero celebraciones en el Camp Nou, se vislumbraba un nuevo amanecer en la Ciudad Condal de los pies del sonriente jugador brasileño.

En la temporada 2003-2004 arriba a Barcelona el mediocampista creativo y goleador, siendo uno de los puntales para una segunda parte del campeonato fantástica, que casi encumbra al equipo culé al primer puesto, que finalmente logró obtener el Valencia, con 77 puntos, contra 72 del Barcelona. En su debut en la Ciudad Condal Ronaldinho marcó 15 de los 63 goles azulgranas.

El curso siguiente es la consagración, en el 2004-2005. Marca 9 goles en 35 partidos de Liga, pero por encima de todo se convierte en términos ofensivos en un jugador total, capaz de dar la asistencia en el momento justo, de marcar goles decisivos, de ser cómplice absoluto del juego que pasaba del mediocampo hasta la delantera. El Barcelona ganaba la Liga, algo que no hacía desde 1999, el año del centenario del club. Con 84 puntos superaban al Real Madrid.

En el 2005-2006 la historia se repetía: El Barcelona ganaba, nuevamente con el Real Madrid como sub-campeón, pero con una holgada diferencia: 12 puntos sobre el eterno rival. Ronaldinho aumentaba su cuota goleadora a 17, cifra fantástica tomando en cuenta que su rol no era ser delantero de punta. Y por encima de todo, el Barça lograba su segunda Champions League de la historia, en una final en la que venció 2-1 al también poderoso Arsenal inglés.

En la de 2006-2007 en términos de cifras no fue un mal año, marcando 21 goles solo en los partidos de Liga, pero el Barcelona ya no era campeón (perdió esa liga por diferencias de goles con el Real Madrid luego de un empate a 76 puntos), y tampoco en el 2007-2008, cuando terminaba en el tercer puesto a 10 puntos del Villareal y 18 del Real Madrid.

El último año vio muy mermada su participación en el club. Se empezaron a buscar culpables, y se empezaban a identificar jugadores que la directiva consideraba ya no aportaban suficiente para un proyecto ganador. Ironías del fútbol y la vida estos jugadores fueron esencialmente los mismos artífices principales de un proyecto que terminó con una sequía de cinco años sin un solo título: Ronaldinho, Deco y Eto'o. Un nuevo técnico, el actual, Guardiola, hizo saber apenas asumir el cargo que no contaría con estos jugadores. Eto’o sobrevivió un año, Deco y Ronaldinho, no.

A Ronaldinho se le acusaba de ser un jugador estupendo pero con propensión a la juerga, a la noche, a los bares, por lo cual se argumentaba su rendimiento y sus capacidades físicas no podían mejorar o mantenerse en un nivel óptimo, sino lo contrario.

Esencialmente en sus últimas dos temporadas con el club español fue que empezaron a filtrarse informaciones de estas actitudes bohemias. Tras tres temporadas magníficas se empezaba a dudar de Ronaldinho. No fue coincidencia que todo esto ocurriese luego de una participación nada memorable de la selección brasileña en el Mundial de 2006, en el que la sola presencia de Ronaldinho y Kaká en el onceno titular le daba a Brasil un gran favoritismo, el cual no se concretó.

La aventura italiana

Sus últimas dos temporadas barcelonesas estuvieron bajo la sospecha, y sumado a un rendimiento colectivo del Barcelona que hacían pensar en los años previos de sequía, finalmente es vendido al Milán, un viejo sueño de su propietario, el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi.

La venta, en el verano del 2008, fue por una suma que resultaba irrisoria para el caché de Ronaldinho poco antes. Su presentación en Milán estaba a la altura de lo que había sido el jugador gaúcho un par de años antes.

En el 2008-2009 el Milán quedaba en tercer lugar con 74 puntos, a 10 del Inter; mientras en la campaña 2009-2010 terminaban a 12 puntos del rival citadino, también en tercer puesto. En sus primeras dos campañas milanesas Ronaldinho realizaba 8 y 12 goles en la Serie A, respectivamente, además de ser el líder en asistencias (16) en la Serie A en el pasado curso.

Las cifras eran óptimas, y si a eso le sumamos una que otra genialidad casi en cada partido, parecía que Ronaldinho estaba todavía para seguir en el fútbol del más alto nivel, aunque no con la constancia mostrada en sus primeros tres años barceloneses, sus años dorados.

El pasado torneo jugó en 36 de los 38 partidos de la Serie A, y asumo que no solo por lo que podía aportar, sino también por el grado de confianza depositado en Ronaldinho por su compatriota Leonardo, técnico milanista la pasada campaña, técnico del Inter en este momento.

Sin embargo, en la presente campaña Massimiliano Allegri, el nuevo técnico no ha confiado tanto en el brasileño, especialmente por las filtraciones de noticias que dan cuenta de que las costumbres nocturnas del gaúcho no son cosa del pasado, sino también del presente. Sus últimos partidos los ha pasado más en la banca que en el terreno, y sus bajos registros no hacen pensar en que Ronaldinho estará más allá de junio de 2011, cuando acabe su contrato con el Milán.

La ausencia de goles en 11 partidos del presente campeonato de Serie A ni siquiera invitan a pensar que seguirá más allá de enero, cuando se abra el mercado de invierno.

Diversas informaciones han dado cuenta del interés de equipos de su país por sus servicios, como el Flamengo y el Palmeiras, pero especialmente de su natal Gremio.

El Milán parece ya no tener la suficiente paciencia con un resurgimiento mayor por parte de Ronaldinho. Además, el equipo ha mejorado mucho (por lo menos para el campeonato doméstico italiano) como para estar en la primera posición, con las buenas actuaciones de los recién incorporados Zlatan Ibrahimovic y Robinho (9 y 6 goles, respectivamente en los ligueros), más los seis goles en solo ocho partidos de Pato, quien se encuentra actualmente lesionado.

Además, la llegada de Antonio Cassano, separado de la Sampdoria por problemas disciplinarios, parece expulsar definitivamente al brasileño del Milán. De no encontrar un comprador adecuado, el Milán (y especialmente su técnico) podrían simplemente convertir a Ronaldinho en una pieza de lujo en el banquillo.

¿Volver a la élite? De él depende

Ganador del Balón de Oro en el 2005, del FIFA World Player en el 2004 y 2005, elegido mejor delantero de la Champions League 2004-2005 y Mejor jugador en la misma competición en la edición 2005-2006, también fue elegido por la revista inglesa World Soccer el mejor jugador de la década 2000-2009. Sin embargo, los días de Ronaldinho en Italia y en Europa parecen contados.

Solo una sorpresa mayúscula permitiría que Ronaldinho, de 30 años, siga en Europa. Si él lo quiere puede rendir a buen nivel por dos o tres años más en el Viejo Continente. Por lo menos, eso creo yo. Menos bares y mayor entrenamiento, unido a un espectacular sentido de juego pienso que harían que Ronaldinho volviese a un gran nivel de juego, aunque no creo que el nivel alcanzado entre el 2003 y 2005 lo logre de nuevo, pero, un 75 % de ese nivel sería más que suficiente para estar en la élite.

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