viernes, 29 de junio de 2012

Alemania y su larga tortura italiana


Mario Balotelli, autor de los dos goles de Italia 

La paternidad en grandes citas que tiene Italia sobre Alemania tendrá fin en algún momento, pero no fue en su encuentro por semifinales de la Eurocopa 2012

El planteamiento de Cesare Prandelli, los golazos de Mario Balotelli, el liderazgo de Andrea Pirlo, Gianluigi Buffon y Daniele De Rossi (sobrevivientes de la victoria del Mundial 2006) y una defensa que incomodó todo el partido a los dirigidos por Joachim Löw mantendrá por más tiempo a los alemanes suspirando cuando vencerán a los italianos.

El marcador final (2-1) y algunas estadísticas generales engañan más que aclaran cual fue el desarrollo del partido. Los dos goles italianos vinieron primero de la cabeza de Balotelli a un centro magnífico de Antonio Cassano, al minuto 20, y luego de un derechazo que casi rompe la red también de ‘Súper Mario’, tras una larga y precisa asistencia de casi 40 metros de Riccardo Montolivo al minuto 36.

El único gol de Alemania vino al minuto 92, solo dos antes de finalizar el partido, tras un penal decretado por una mano de Federico Balzaretti en el área, por cierto, un penal bastante riguroso. La anotación de Mesuth Özil creó por escasos minutos la ilusión de que había partido para los germanos. No, fue solo un leve maquillaje en el marcador.  

Antonio Cassano
Alemania tuvo chances de marcar, especialmente en los primeros 15 minutos, donde tuvo su período más incisivo. Incluso tuvo casi el gol al minuto 4 cuando luego de un tiro de esquina un balón algo azaroso supera a Buffon y casi entra por el primer palo. El salvador fue Pirlo, quien sacaba providencialmente un balón que representaba la apertura del marcador.

Al minuto 11 Jerome Boateng centra dentro del área por la derecha, complicando al portero italiano. Un minuto después Toni Kroos lanza con precisión y fortaleza desde fuera del área, rechazando lejanamente el balón los puños del mítico portero de la Juventus.

Esos primeros 15 minutos del partido tenían mayor ambición alemana, aunque no necesariamente mayor manejo del balón. Buscaban el gol con premura, como queriendo jugar el partido en ventaja lo antes posible.
Solo al minuto 16 tuvo Italia su primera aproximación de peligro, con un disparo raso desde fuera del área de Riccardo Montolivo, bien atajado por el arquero germano. Un minuto después Cassano intenta también un disparo de mediana distancia, pero nuevamente Manuel Neuer tiene una buena intervención.

Y al minuto 20 una genialidad de Cassano, escabulléndose entre dos defensas alemanes en las inmediaciones del área por la izquierda le permitió sacar un centro rápido y preciso. Desde atrás del defensa, como un rayo fulminante, Balotelli tuvo un cabezazo contundente ante el cual nada podía hacer Neuer. El delantero italiano, poco amante de celebrar sus goles, se mostró exultante, estirando la maglia azzurra antes de ir al encuentro de Cassano.
Cesare Prandelli
El partido entonces fue entrando en un terreno favorable a Italia, en el cual los italianos se muestran solventes defendiendo -algo que seguramente jamás les abandonará por más revoluciones que se pueden realizar en su cultura futbolística-, pero a la vez más abocados a tener el balón más tiempo en los pies, a recorridos con pases más cortos y precisos, y menos al balonazo a largas distancias.

Alemania no dejaba de intentarlo, pero una de las tónicas en todo el partido fue una Alemania tirando mucho de mediana y larga distancia pero con escasa puntería en la mayoría de los casos, además de que varias de sus mejores jugadas en el resto del primer tiempo como en el segundo eran generalmente despejadas –en ocasiones con apuros, hay que reconocer- por los defensas italianos.

Que no fuesen tan eficientes tirando en el marco de los tres palos es el hecho de que su único gol llegó de penal, a pesar de disparar más que Italia (15 a 10) y de tener más tiros a puerta (8 a 5). Como muchas veces desde que el portero de la selección, Buffon fue salvador de algunos disparos con vocación de gol.
Luego del gol italiano Alemania intenta de nuevo dominar el aspecto ofensivo del partido, pero ahora con la desventaja de tener que buscar el empate, no la ventaja del mismo. Las próximas tres jugadas con intención de peligro partieron de los pies germanos, pero sin inquietar a Buffon.

Cassano en el 33 da un pase genial en corto a Montolivo dentro del área, creando una sensación clara de peligro, pero entre enredos en sus pies y la defensa pierde el balón. Al minuto Khedira lanza un disparo potente desde fuera del área, obligando a Buffon a una atajada espectacular.

Montolivo, que había desperdiciado una chance importante unos minutos antes, levanta la mirada y visualiza a Balotelli y lanza un larga asistencia bien recibida por el atacante, quien deja descolgado al defensa y se lanza como un bólido a portería. En plena carrera y fuera del área el jugador del Manchester City dispara al ángulo superior derecho de la portería, con una precisión y fortaleza tal que Manuel Nauer se quedó literalmente de rodillas y la mano izquierda levantada mientras su mirada seguía resignado la trayectoria del balón.

Si el 1-0 al minuto 20 complicaba a Alemania, el 2-0 era casi una tragedia. Italia podrá estar en un proceso de cambios relevantes en su identidad futbolística como selección, pero lo que no está en juego en el buen quehacer defensivo que ha caracterizado a los italianos por décadas. Empatarles a uno es difícil, a dos goles es casi una utopía.

Voluntariosa Alemania, derrochadora Italia

El segundo tiempo empezó con Alemania haciendo un doble cambio antes del pitido del árbitro. Miroslav Klose y Marco Reus entraron al campo en lugar de Mario Gómez y Lukas Podolski, ambos muy inoperantes en los primeros 45 minutos.

Andrea Pirlo
Dos minutos luego de entrar Reus se muestra activo con un disparo al arco, pero sin mucho peligro para Buffon, que si tuvo más peligro tentativo al minuto 49 ante la entrada muy libre al área de Lahm, cuyo disparo impreciso se fue muy alejado por encima del travesaño. En el minuto 54 Özil llega al fondo del área italiana y centra atrás, pero en un mar de piernas se diluye la sensación de peligro. Casi inmediatamente Klose entra por el lado izquierdo del área chica buscando el perfil para el disparo o el centro, pero Bonucci despeja de forma determinante.  

Los cambios tempraneros empiezan a surgir efecto para los alemanes, que no tienen otra opción que tratar de ir al frente ante un marcador tan adverso. Pero también la defensa italiana va dejando algunos huecos, que en ocasiones son resueltos con rápidas intervenciones de mucho carácter por parte de los defensas, y en otros casos se resuelven para bien de Italia por la escasa puntería germana.

El primer cambio italiano se viene al minuto 57, cuando Alessandro Diamanti entra por Cassano. El autor de los goles aparece de nuevo al minuto 59 con un tiro cruzado, pero sin mayor peligro. Segundos después Bonucci se gana una tarjeta amarilla por falta a Kroos a pocos metros del área chica, dejándoles a los alemanes una posición propicia para el gol. El joven Reus aprovecha la ocasión y lanza un tiro muy ajustado al travesaño, el cual Buffon en una gran intervención desvía para luego rozar el travesaño. Era la ocasión más clara de Alemania desde los minutos iniciales del partido.

Para aplicar mayor contención en el centro del campo sale Montolivo y entra Thiago Motta el minuto 62. Cuatro minutos después nace la primera de las varias jugadas de contragolpe por parte de Italia, que acercaba más a Italia del tercer gol que a los alemanes de su primero. Pirlo pasa a Dimanti y este a Marchisio, quien se crea un hueco en las cercanías del área, lanzando un disparo fuertísimo, pero desviado.
Tras un calambre de Balotelli al 69 Prandelli lo sustituye por Antonio Di Natale, y un minuto después Alemania hace su tercer cambio, con la entrada de Müller por Boateng.

Y al 74, nuevamente Marchisio tiene una oportunidad de oro en una posición parecida a la anterior, tirando nuevamente desviado, haciendo enojar a Di Natale, quien asumió que el pase a él era una mejor opción. Y así era.

Gianluigi Buffon
Los alemanes fueron más voluntariosos en el segundo tiempo y tuvieron mayor posesión del balón en los pies, pero no menos cierto es que también Italia jugaba con el marcador a favor y especulaba con la desesperación de los alemanes y aprovechaban muy bien los espacios que se creaban o creaban ellos mismos para contragolpear. Era una Italia más parecida a la tradicional la del segundo tiempo, pero con dominio del partido, capaz incluso de derrochar tres o cuatro opciones muy propicias tras varios contragolpes.  

Un tiro cruzado de Diamanti y un disparo rozando la red tras enfrentarse en solitario al portero alemán, en los minutos 80 y 82, acercaban a los italianos a un tercer gol, que implicaba una ventaja de tres goles sobre Alemania, resultado nunca obtenido a pesar del dominio histórico de italianos sobre alemanes.
Al 89 hubo una ocasión muy clara del defensa Hummels, que dentro del área y a poquísima distancia de Buffon, no supo vencerlo ni tampoco impedir el rápido despeje de Bonucci.

El final del partido se acercaba con la sensación de rendición de Alemania, pero un penal pitado por una mano de Balzaretti en el área –muy rigurosa la llamada del árbitro, por cierto- le dio a Özil el gol que los colocaba a uno del empate y de jugar 30 minutos más. Pero los dos minutos siguientes hasta el final del partido en el minuto 94 no hubo amenaza a la victoria italiana. El descuento fue simplemente un maquillaje al marcador final, que no desmerita el buen trabajo de la selección italiana, superior a Alemania en el balance general del partido, a veces demasiado superior y casi siempre con control del encuentro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario