7 puntos…por ahora

El mismo fin de semana que el Barcelona igualaba los 15 partidos de liga ganados consecutivamente del mítico Real Madrid de los años 60, liderado por Alfredo Di Stefano, el poco mítico Madrid del presente se dejaba tres puntos en Osasuna.

De cuatro a siete puntos pasó entonces el Barcelona a liderar la Liga el último fin de semana. Poca cosa sería si los culés tuviesen importantes fallas, pero a la fecha de hoy parecen casi invisibles.

Disputados 21 partidos y con 63 puntos consumidos, el Barcelona tiene 58 conseguidos, es decir, el 92 por ciento de los puntos posibles. El pasado curso lograron el 87 por ciento de los puntos en juego al final del campeonato (99 puntos), los que parecían literalmente insuperables…hasta un año después.

Si nos atuviésemos solo a estadísticas, nadie pudiese afirmar que el Madrid no sería un gran equipo luego de ganar 51 de los 63 puntos jugados en Liga, y luego de marcar 48 goles y permitir solo 18 en ese trecho.

Pero si continuamos solamente viendo los números fríos, todo lo que hace el Madrid el Barcelona lo mejora: 67 goles (19 más que el eterno rival) y 11 permitidos (7 menos).

Y olvidando las estadísticas por un momento, el mayor problema (claro, está, para el Real Madrid), es que las tantas y tantas victorias del Barcelona parecen en la generalidad de los casos de una facilidad pasmosa, mientras muchos de los triunfos merengues requieren demasiado desgaste y parecen más obra de grandes individualidades y menos de una afinado juego colectivo, algo que le sobra al Barcelona.

Esa sensación de que hasta un empate contra los dirigidos por Pep Guardiola sería un triunfo para cualquier equipo es lo que convierte los 7 puntos actuales de diferencia (cuando faltan 51 por disputar) en una ventaja casi insalvable.

¿Hay Liga todavía? Quizá, al fin y al cabo, siempre hay imponderables a favor o en contra, pero actualmente el ritmo del Barcelona es prácticamente imparable en una competición de largo aliento. Quien quiera ganar los títulos a los que aspira el Barcelona quizá solo pueda hacerlo en competiciones de partidos de ida y vuelta o de partido único, y esperar un pésimo día de varias de sus estrellas.